Aun siendo las fiestas de nuestro pueblo, y mas el sábado por la noche, nos decidimos por hacer la travesía en lugar de dirigirnos a los chiringuitos y tomarnos unos cuantos cubatillas. Como siempre, nos fuimos con tiempo de sobra, nos dio tiempo hasta de ver las carrozas y todo, y a las ocho y media estábamos saliendo del local social para irnos para Morata, ya que según se dijo en la reunión del viernes nuestra hora de salida era las once menos cuarto aproximadamente, tiempo de sobra para llegar, cenar tranquilamente, tomarnos una cerveza, saludar a otros compañeros que vemos de travesía en travesía, vamos, con tiempo, a las nueve y media ya estábamos allí, y lo primero que hicimos fue ver la hora a la que salíamos, preguntamos y nos dicen “ya, ya estáis saliendo, es la hora” nos quedamos un poco así, de ir sobraos de tiempo, a salir tarde, y es que resulta que habían adelantado el intervalo de salida entre equipos, así que pasamos a salir los últimos, que le vamos a hacer.
Sobre las diez y media nos llaman, nos entregan el mapa, y a estudiarlo, y en la primera pasada, ya nos faltaba un tramo, parece ser que había un error y nos faltaban los primeros 700 metros del recorrido, una vez resuelta la duda y hechos nuestros cálculos, ala, a andar un ratillo de seis horas mas o menos.
El recorrido, la verdad es que fue muy variado, desde caminos, ramblas, barrancos, senderos, almendros a través, un poco de todo, tramos muy bonitos, barrancos muy cerrados con mucha vegetación que daba la sensación de no saber donde estabas. La ruta, ha sido darle la vuelta prácticamente al Talayón, ya que toda la noche nos guiaba su silueta predominando en la noche.
En el recorrido hubo otro tramo en el que dudamos un poco, ya que vimos un control y a nuestro parecer se nos salía del recorrido, se encontraba muy cerca de un cortijo y según el mapa no debíamos llegar tan cerca, pero bueno, tras una deliberación del equipo decidimos seguir, y efectivamente, era de nuestro recorrido, lo que hizo que los cálculos se nos fueran un poco, pero seguimos, con unos quinientos metros mas de recorrido a nuestras espaldas.
Llegamos a meta sobre las cinco y cuarto, con un ligero desajuste de reloj, pero bueno lo fundamental es que lo pasamos muy bien, cosa que intentamos siempre. Un buen chocolate y un plato de migas nos estaban esperando, pero también el avituallamiento llevado por Juanra, unas cuantas cervezas, jamón, queso, salchichón, chorizo, que nos pegamos una hinchá que no veas.
A la mañana siguiente, al levantarse, un desayuno a base de café, chocolate, bizcocho, para un poco mas tarde hincarle el diente a las salchichas, tocinos, y mas cosas a la plancha que nos preparó la organización, y un poco mas tarde, un poco tarde, sobre las doce y media la entrega de premios, al final quedamos en tercer lugar y todo.
