lunes, 29 de agosto de 2011

ATARDECER EN EL MULHACEN

Este pasado fin de de semana, la mitad del equipo nos hemos ido para Sierra Nevada, a la actividad denominada “Atardecer en el Mulhacén, organizada por el Club Nórdico Monachil, consistente en eso mismo, subir hasta el techo de la península para ver su maravillosa puesta de sol.
Lo primero de todo un cafelillo en la gasolinera a las cinco de la mañana, y para Sierra Nevada, más concretamente a la Hoya de La Mora, donde habíamos quedado con el resto de personal, las presentaciones oportunas, un buen desayuno y a subirnos en lanzadera hasta Las Posiciones del Veleta donde empezamos a andar, dejando esta montaña a la izquierda, pasando cerca del refugio de La Carihuela por el antiguo camino que unía Granada con Las Alpujarras.
Seguimos por el camino un buen trecho para coger un atajo un poco más adelante llegando a ver la Laguna de La Caldera desde la parte de arriba, el refugio y al fondo El Mulhacén, la subida no fue mala pero en la bajada hay que tener cuidado, ya que un resbalón es caer a la laguna. Llegamos un poco después de la una del mediodía, y nada más dejar los bártulos, ala a comer, que hay que reponer fuerzas, bajándonos para ello a la orilla de la laguna, y después una siestecilla para tomar fuerzas para la subida al Mulhacén

A eso de las cuatro de la tarde ya estábamos preparados para subir, ya que nos hicimos dos grupos para la subida, ya que algunos se lo querían tomar con calma, llegando a la cima con muy poca diferencia de tiempo. Una vez arriba tropecientas fotos, te la echo, me la hechas, nos la echas, mirando para acá, para allá, aprovechándonos de un pobre chico para que nos las hiciera, y que según Juanra se le había rizado el pelo por el camino. Estuvimos un ratico en la cima y para abajo ahora, que la bajada también se las trae, se calientan los frenos y no veas.
Alrededor de las ocho de la tarde ya estábamos abajo, y pensando en la cena, no faltando antes los aperitivos de Juanra; el menú de la noche fue: de primero sopa de picadillo al estilo caldera con espuma jamón hacendado y toque de bacon salteado, y de segundo pollo serrateño al ajillo con reducción y arroz blanco, todo ello regado con un vino tinto de Bodegas Regi con denominación de origen “Barranco La Venta”, sin olvidarse por supuesto de los dátiles con bacon y las infusiones.

Tras la cena cada uno se retiró a sus aposentos, unos al refugio y otros al vivac a mirar las estrellas, sorprendiéndoles unas gotas de madrugada, menos mal que alguien se llevó el toldo del mercao. En el refugio tampoco es que lo pasáramos muy bien, pero bueno, por eso se dice “Mas vale humo que escarcha” aunque dudo un poco de ese dicho, entre ronquidos, vueltas en las colchonetas, salidas al pis y algún peillo que se escapó con sus posteriores risas, yo por lo menos casi no dormí.
A la mañana siguiente levantamos el campamento, desayunamos tranquilamente, y ala, de vuelta para Las Posiciones, y lanzadera para abajo, no sin antes Juanra y yo subir al Veleta, ya que nos quedaba tan cerquita que nos daba cosa no subir y los demás como lo tienen tan a mano pues casi se sabían el camino de memoria, así que apretamos los dientes y tiramos para arriba. Cuando llegamos recuperamos un poco el resuello, unas fotillos y otra vez para abajo, con miedo de que nos pudieran estar esperando, pero llegamos a la carretera a la vez que pasaban.
Ahora tocaba lanzadera para abajo hasta La Hoya de La mora, una cervecilla, una ducha de toallitas y listos para comer un arroz caldoso en la bajada hacia Granada junto con estos nuevos amigos con los que hemos pasado un fin de semana a lo grande, disfrutando de lo lindo, de la montaña, de la compañía de esta buena gente estos días, y espero que sean muchos mas.

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