jueves, 27 de mayo de 2010

II TRAVESIA NOCTURNA. CLUB MONTAÑERO MULA

Este pasado fin de semana se ha desarrollado la segunda edición de la Travesía Nocturna de Mula, organizada por el Club Montañero Mula. Llegamos a Mula con ganas de empezar, ya que estábamos un poco con el mono de travesía, y a las 20:34 tomábamos la salida, tras la zona urbana para salir de Mula nos aventurábamos en esos campos, para llegar casi sin darnos cuenta al primer control situado en las cercanías del Embalse de La Cierva.

Tras una pequeña cuesta, y un tramo de senda dando vista a la cola del embalse, nos acercábamos a la autovía sin saber que venía detrás, ya dijo Juanra “hay un tramo que están las curvas de nivel muy juntas”ya, ya, pues.. una pedazo de cuesta que no veas, pues nada tonto el último, subimos que no dijimos palabra, pero es que no podíamos, y llegamos arriba con la lengua arrastrando, pero bueno, en la bajadita recuperamos un poco, lo malo fue el tipo de terreno lleno de piedras y que hacía un poco incómodo el andar, llegando a las proximidades de la Fuente del Capitán donde se encontraba el segundo control, descansando unos minutillos para bajar por la Rambla de Perea, por donde disfrutamos de lo lindo, ya que fue un tramo del recorrido muy bonito de andar y disfrutamos como niños con zapatos nuevos.

El siguiente tramo de la rambla también tenía su encanto, sendas casi cerradas por la maleza, zonas con agua, donde algunos metimos el pie hasta la rodilla casi, al poco dejamos la rambla para seguir por un camino que nos llevaría hasta la autovía y a un tramo que nos resultaba familiar del año pasado, la zona de las placas solares, pero entre chiste y chiste nos plantamos en el tercer control, para bajar hasta el rio y atravesarlo por un sitio un poco particular, el “acueducto” que ponía en el plano, pero no sabíamos exactamente lo que era, pero nos enteramos al llegar, medio metro de ancho, por lo menos cincuenta metros de largo, y de alto no sé, pero estaba todo muy negro al mirar hacia abajo, no se veía el rio, pero poco a poco pasamos sin mirar mucho a los lados. Al cruzar nos tiramos al rio, y al salir nos adentramos en el laberinto de los huertos, caminos y caminos y donde había que ir muy fino para no despistarse, llegando a la zona urbana para llegar a meta satisfechos por haberlo pasado tan bien como lo pasamos y no habernos perdido mucho. Agradecer al Club Montañero Mula el esfuerzo para que esta travesía sea una realidad y nos brinde la oportunidad de conocer nuevos sitios, reencontrarnos con amigos que vemos de travesía en travesía y pasar una noche diferente haciendo lo que nos gusta.
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Fotos
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Página Club Montañero Mula

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